Hiperautomatización: La clave para la evolución de los Servicios Públicos

La hiperautomatización se refiere a la integración de tecnologías avanzadas como la automatización robótica de procesos (RPA), plataformas low-code/no-code (LCNC), inteligencia artificial (IA) y machine learning (ML), con el fin de identificar y automatizar el mayor número de procesos posibles.

Sin embargo, la hiperautomatización no se limita a sustituir tareas manuales por sistemas automáticos. Va más allá, creando un ecosistema tecnológico interconectado y colaborativo que optimiza tiempos y resultados con mayor precisión.

Un paso hacia la modernización y eficiencia

“La hiperautomatización ha dejado de ser una opción para convertirse en una condición de supervivencia.” — Gartner.

Se proyecta que, para 2026, el 80% de las empresas habrán implementado aplicaciones o APIs de IA generativa en sus operaciones, partiendo de un escaso 5% actual. Las entidades gubernamentales no pueden quedarse atrás.

Hoy en día, los trámites gubernamentales se perciben como ineficientes, con largas filas, formularios físicos y procesos que desperdician tiempo y recursos. La hiperautomatización transforma este panorama, facilitando la experiencia tanto para los ciudadanos como para los desarrolladores y arquitectos de sistemas. Además, permite incorporar capacidades predictivas avanzadas y personalizar el trabajo de manera adaptativa.

¿Qué beneficios aporta a los servicios públicos?

Procesamiento automático de solicitudes: Con la hiperautomatización, trámites como licencias, permisos o renovaciones se procesan automáticamente. Los sistemas pueden verificar documentos y validar información en tiempo real, reduciendo un proceso de semanas a minutos.

Reducción de errores humanos: La intervención humana en tareas repetitivas, como la gestión de datos o la clasificación de documentos, disminuye considerablemente, lo que minimiza el riesgo de errores comunes. Los sistemas basados en IA validan los datos con mayor rapidez y precisión.

Interacción multicanal: Los ciudadanos pueden realizar consultas y trámites a través de distintos canales como portales web, apps móviles o asistentes virtuales. La hiperautomatización permite gestionar estas interacciones de forma simultánea, sin interrupciones, optimizando la atención.

Toma de decisiones automatizada: Los sistemas, apoyados por IA, son capaces de analizar grandes volúmenes de datos para tomar decisiones informadas, como la aprobación de solicitudes o la asignación de recursos, mejorando la eficiencia en las gestiones públicas.

Transparencia y trazabilidad: Otro beneficio clave es la transparencia. La digitalización de trámites y el seguimiento automatizado permiten a los ciudadanos tener acceso en tiempo real al estado de sus solicitudes, lo que incrementa la confianza en las instituciones.

Desafíos a superar

A pesar de sus ventajas, implementar un programa de hiperautomatización presenta algunos retos:

Resistencia al cambio: Como ocurre con cualquier nueva tecnología, la adopción de herramientas en estructuras gubernamentales, que suelen ser tradicionales, puede generar resistencia, tanto por parte de los empleados como de los ciudadanos.

Protección de datos: La gestión intensiva de datos que requiere la hiperautomatización hace imprescindible contar con medidas sólidas de ciberseguridad para proteger la privacidad y evitar brechas de información.

Desigualdad en el acceso: Aunque la accesibilidad a herramientas digitales ha avanzado, no todos los ciudadanos tienen acceso a ellas o saben cómo utilizarlas. Por eso, es crucial complementar la automatización con programas de alfabetización digital y mantener opciones accesibles para aquellos que lo necesiten.

La hiperautomatización como motor del futuro

La automatización en los servicios públicos no es una simple tendencia; es una necesidad para su evolución. Implementando estas tecnologías, los gobiernos no solo optimizan su operativa interna, sino que también mejoran la percepción ciudadana, brindando servicios más eficientes, transparentes y accesibles.

Si bien el camino hacia la hiperautomatización presenta desafíos, sus beneficios a largo plazo son claros y representan una inversión estratégica en la transformación digital del sector público.

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